
Quiero amarte y a la ves dejarte ir.
No encuentro consuelo cuando no estas.
Prefiero sentirme solo a extrañarte
de la manera en que lo hago.
Mi alma se escurre entre letras
para no correr sobre las olas
invisibles que crean tus brazos.
Tu cercanía es pedestal y bendición
a mi conciencia.
Mi expíritu es mas blanco
cuando en secreto total te entregas
a mis labios.
Presiento que no volarás sin camino.
Pues sabes que hay caminos empedrados,
pero limpios de espinas,
que esperan por tí.
Una nube me cubre en este instante
y juguetona le beso las mejillas.
Mensajes que desandan de un sitio a otro
en búsqueda de nada
son todo lo que tengo.
Te siento como aquella noche de sábado donde con orgullo te exhibía,
como aquel principito de rizos dorados
exibía su rosa.
Se que volverás.
El tiempo consumirá parte de mí,
pero volverás al lugar donde perteneces.
Donde yo ansioso, un día cualquiera,
te estaré esperando.
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