viernes, 28 de enero de 2011

Un lindo recuerdo, una fuga y un dificil renacimiento.



Miro hacia atras y recuerdo momentos de infinito gozo, dias inolvidables, segundos que quedan en nuestra mente para toda un eternidad. Acciones que me hicieron sentirme orgulloso y gestos para con otros transformados en apoyo incondicional. Pero hoy no solo de esos lindos momentos les voy a hablar. Esto solo es el comienzo de mucho que deseo compartir con las personas que me aman donde podran disfrutar un poco de una vida llena de bendiciones, momentos felices, otros dificiles, pero los que han hecho de mi existencia algo unico e indiscutiblemente excepcional.

Todos los seres humanos durante nuestro paso por la vida vamos aprendiendo a vivir, un dia nos toco aprender a caminar, otro dia quizas en una fuga pronunciamos nuestros primeros intentos de palabras. Un dia despues, nos lanzamos junto a un lapiz a dibujar nuestras primeras letras, hoy algo a lo que llamamos simplemente escribir.

Fui creciendo, me supere y aprendi que haber descubierto mi vocacion desde pequeño, era una de las cosas con las que con apenas 15 años me hacian sentirme extremadamente orgulloso y realizado; las artes escénicas fue mi medio de expresión, mi delirio casi convertido en una dulce obsesión. Disfrute cada segundo, cada vida que encarné a traves de mis personajes, crei infinitamente en que no existia posibilidad alguna de poder hacer algo mas en la vida que no fuera esto, sin saber que el destino me tenia muchas sorpresas preparadas.



Durante esos dias, sumados en años, descubri mi sexualidad, sufri mi adolescencia, llore de ilusion por alguien por primera vez, creyendo que ya conocia el amor verdadero. Vivi esos años felices e inolvidables sin saber que apenas estaba comenzando a vivir.

Un dia cualquiera, de un año ya lejano, vi las luces de mi isla separse de mis brazos, senti alejarse mi rumba, y el tambor de mis orishas eran ya una melodia dificil de entender; el aullido de esos vecinos que amabamos como familia y que de balcon a balcon aprendieron a compartir su unico pan, por regla estatal, quedaban atras.

En aquel silencio que nos acompanaba mar adentro, se escuchaba el sollozo de una madre que en silencio sentia escapar su unica pertenencia en un pais donde nada es de nadie.

Una unica luz brotaba desde el centro del oceano, mis lagrimas reflejaban la luna, lagrimas de aquel niño actor que un dia fue querido y respetado por su pueblo, se sentian los aplausos, cada vez mas lejos, hasta que ya todo fue silencio. Todo se habia quedado atras, quien me dio la vida, habia quedado alla del otro lado donde ahora ya ni la luz era persivible.

El mar tranquilo fue mi compania durante tres dias de terror indescriptible. Dias de aventuras y cambios, solo dias y todo habia vuelto a nacer, incluso yo estaba volviendo a nacer y no fue hasta dos años mas tarde donde darme cuenta de esto dio un gran giro a mi vida.

Desnudo mis ojos ante el presente de una realidad que voy aprendiendo a conocer. Cinco letras en el idioma en que los dibujos dicen cosas grandiosas y donde el zake y el arroz le han rendido tributo a la longevidad, marcan el principio de un renacimiento que cambiaria mi vida para siempre. Desde pequeno tuve mucho acercamiento a la cultura japonesa, mis primeros amigos extranjeros, mi primer viaje fuera de una isla que me fue presentada como el mundo, y que un dìa del año 1996 con apenas 11 años descubrì que tenìa fronteras y que desde el avión que me sacó de este cuento, pude divisarlas con hermosísimos colores. Así comenzò mi historia en tierras distintas. Japón fue mi primer amigo y en su honor, llevo tatuado en mi cuerpo cinco letras en idioma japones que significan: " Nunca te des por vencido". Asi dije un día, doce años después de ese viaje de ensueños a la ciudad de tokyo, un día en que la suma angustiosa de la soledad exiliada, rompieron todas las cuerdas de razocinio existente en mis venas. Un día así, llorè, tuve pensamientos destructivos, tatué mi cuerpo (dulce pretexto para una marca anhelada) ese día miré al cielo desde lo profundo, estaba tocando fondo, con apenas 23 años pude ver la luz desde lo profundo. Y eso me hizo grande.



CONTINUARA........